Pasó hace tiempo cuando aun tenía ganas y sueños de ser una famosa cantante de rock, después de darles largas al asunto me decidí y formé parte de un grupo, que como yo tenía las mismas ganas de saltar al estrellato metalero; aparecimos en nuestras vidas como la nada y de pronto no éramos mas que las interminables horas de ensayos, la botella de alguna bebida espirituosa dizque con el pretexto mero de calentarse las cuerdas vocales (jeje), los acordes y arreglos fuera de lo común, y las letras profundas sombrías y a veces discordantes. Los días se pasaban a la expectativa del próximo ensayo en estudio y de la acostumbrada reunión los domingos; los viernes en la univ acompañando las guitarras de los amigos, pronosticaban una divertida velada y un feliz fin de semana.
Al poco tiempo nos hicimos un nombre, los amigos siempre querían saber que estábamos haciendo y teníamos invitados por doquier en los ensayos, yo tenía modestamente un pequeño grupo de fans y me sentía complacida aun cuando jamás lo hubiera notado sino tiempo después; la banda componía cada vez más y en ocasiones fui musa de inspiración, acompañada de un aire de dolor y alegría, luz y oscuridad, sueños y pesadillas, todo compaginado en unas cuantas líneas y notas en clave de Sol.
Era el epicentro de ese gran movimiento telúrico, más no lo aceptaba y quizá por ello es que lo fuí: la cerilla que encendía la vela, la vela que encendía la leña, la leña que quemaba todo a su paso, desafiante y libre como pocos se atrevían; fuí mucho y poco, fui el amor perdido y platónico, fúi la pasión y el arrebato, fui la amiga incondicional, fui la voz de ese sentimiento oscuro, divino, que te lleva y te hipnotiza…
Aun sigo aquí, aun sigo siendo noche aunque de cuando en vez quiera amanecer…aun sigo siendo el Ángel.
Al poco tiempo nos hicimos un nombre, los amigos siempre querían saber que estábamos haciendo y teníamos invitados por doquier en los ensayos, yo tenía modestamente un pequeño grupo de fans y me sentía complacida aun cuando jamás lo hubiera notado sino tiempo después; la banda componía cada vez más y en ocasiones fui musa de inspiración, acompañada de un aire de dolor y alegría, luz y oscuridad, sueños y pesadillas, todo compaginado en unas cuantas líneas y notas en clave de Sol.
Era el epicentro de ese gran movimiento telúrico, más no lo aceptaba y quizá por ello es que lo fuí: la cerilla que encendía la vela, la vela que encendía la leña, la leña que quemaba todo a su paso, desafiante y libre como pocos se atrevían; fuí mucho y poco, fui el amor perdido y platónico, fúi la pasión y el arrebato, fui la amiga incondicional, fui la voz de ese sentimiento oscuro, divino, que te lleva y te hipnotiza…
Aun sigo aquí, aun sigo siendo noche aunque de cuando en vez quiera amanecer…aun sigo siendo el Ángel.
..por favorrrr..sigue escribiendo...q lo haces muy bien..
ResponderEliminarSon inspiradoras tus palabras...
Inspiración es la brisa nocturna, que llega a veces helada, a veces calida...pero es la esencia de la noche.
ResponderEliminarGracias.