14 de mayo de 2008
Un Rayito de Luz
Estaba dormida y justo cuando empezaba a soñar, me despertaron tres cigarrones: el primero revoloteó por mucho tiempo pero sin hacer alarde de su presencia, el segundo permanecía allí inquieto y ansioso moviéndose de un lado a otro, le gustaba molestar pero aun así no quería que despertara de mi letargo; el tercero se poso sobre mi, y comenzó a explorar la basta extensión de sabanas que me cubrían, sus pasos eran torpes porque los cigarrones son perfectos para volar pero patéticos al andar, y conforme caminaba se acercaba a mi rostro; el temía por su vida obviamente porque yo podía despertar en cualquier momento y muy asustada lanzarlo por los aires de un sopetón, pero él decidido, no soportaba la enigmática curiosidad que le causaba la luz que veía brotar de mi pecho respirante y sereno.
La luz era de tamaño proporcional al de el, pero refulgía tan hermosa que se parecía al primer lucero brillante del amanecer que tanto le gustaba. Cuando estuvo cerquita se quedo abismado con su belleza, y decidió quedarse allí calladito y solo contemplar, se preguntaba como esa humana podía tener una luz propia, si lo único que se asemejaba a ello eran sus amigas las luciérnagas…nunca jamás había visto algo así…
De pronto, la luz lo envolvió y experimento una sensación nueva para el: sabia a miel, olía a flores con rocío, y sonaba similar al toc toc de la madera cuando algún pájaro carpintero se encontraba cerca de su colmena, pero mucho mas pausado, calmo y profundo, sintió felicidad y pudo decirse así mismo que era amor. Pero.- como es posible? Ella es diferente!.-nunca podrá ser para mi!.- y abruptamente salió del hechizo causado por su luz…retrocedió y esta vez contemplo el perfil pálido y quieto de la mujer, le dijo quedito mas para sus adentros que para ella.-Te Quiero, entre tanta oscuridad y eres capaz de emanar un rayito de luz.
Habían pasado varios minutos y ya comenzaba a despertarme el continuo zumbido de las alitas de los otros dos, me moví desperezándome y abrí los ojos: no podía creer lo que estaba viendo en la penumbra, tres abejorros: uno volando ansiosamente de un lado a otro de la habitación, otro mas, suspendido en un solo lugar cerca de mi; pero la impresión fue enorme cuando baje la mirada hacia mi pecho y vi un bultito negro y rayado algo peludo y con alas viéndome a los ojos, si! a mis ojos!, no sabía que hacer ante tan sorprendente escena así que opte por quedarme quietecita, ya pronto se iría…voltee a ver a los otros dos y su fiesta…seguían, uno desesperado dando vueltas cerca de mi, y el otro en el extremo de la cama, con ondulante aleteo; en ese momento el Abejorro que estaba en mi pecho alzo vuelo tan silenciosamente que parecía flotar en el aire y se acerco a mi mejilla, rozandome el cabello con delicadeza, dio media vuelta y se fue… de inmediato los otros dos partieron con el, y me quede allí entre el desconcierto y el asombro y con una irracional certeza de que había recibido el beso de un abejorro.
Vuelve alguna vez, no somos tan diferentes… yo también lo sentí.
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En una noche tranquila, serena e iluminada por los luceros titilantes del firmamento transitaba una luciernaga pensativa, taciturna e inquieta. Se preguntaba en voz alta, como podían existir mas arriba de las montañas y los arboles, seres más brillantes que ella, si a duras pena - dice la luciernaga - puedo brillar y mi luz no es perdurable como el de ellos.
ResponderEliminarEn su lar, Gea la madre de todos los seres vivos la escucha, se le aparece y entres sus manos la tomó. Consolandola le dice: Hija mía eres unica y especial, eres la guía de otros seres que no tienen brillo, tu luz es la luz que los orienta. Ahora los seres que brillan en el lienzo celestial fueron seres como tu pero ellos llegaron allí por el fervor y el deseo de querer brillar siempre, no te preocupes por el brillo de ellos, ocupate de brillar con mucho deseo y fervor que algun día tomaras tu lugar en el cielo.
Hoy en día la luciernaga brilla y brilla como si fuera un sol, comprendió que los deseos y sueños los hace realidad uno mismo.
Así que mi noche hermosa cuando observes el lienzo nocturno y notes las estrellas recuerda a la luciernaga porque de seguro son ellas que te estan iluminando e inspirando,asi como tu lo fuiste para mi y poderte escribir esta historia, es decir, tu eres mi luciernaga.
Eres muy buena escritora y me gustaría, si algun día lo llegaras a escribir, leer un libro tuyo.
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