La primera vez que leí El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, debía tener unos nueve años de edad, recuerdo claramente como desde aquel entonces, comprendí perfectamente el significado del “Dibujo Nº 1” que se muestra en la primera parte del libro.
De niña también tuve un cordero, dibuje uno dentro de una cajita...tal como lo planteaba el autor del cuento, y es que simplemente lo que buscaba era un amigo, así como lo hacía el principito.
Aun a mi corta edad, supe distinguir el reflejo de los sentimientos y emociones en cada uno de los personajes del cuento, comprender esto me dio mucho del aguante que necesitaba. La tolerancia fue mi arma silenciosa y cautiva, y la fantasía era mi escudo protector.
Viajando al planeta del Rey, descubrí que la autoridad sin respeto es sinónimo de injusticia, lo que se traduce en respeto por miedo, y respeto por miedo es nada. “La autoridad se apoya ante todo en la razón”.
Cuando el Principito visitó el planeta del vanidoso, quien lo único que hacía era preguntar ¿Verdad que me admiras mucho?, el niño sólo le respondió afirmativamente para preguntarle de vuelta “Te admiro -Pero, ¿para que puede servirte eso?” Fue cuando aprendí que “Los vanidosos solo oyen alabanzas”.
Con el bebedor sentí tristeza, nunca pude entender como alguien bebe para olvidar su vergüenza de beber, ¡eso si que es complicado!.
El hombre de Negocios se jactaba diciendo que poseía todas las estrellas, las que veía y las que no, vivía contando, sumando y sufría del mal de los adultos: “ser un hombre serio”. Desde niña se que los adultos serios en el fondo son muy muy infelices… “Yo, si poseo un pañuelo, puedo atármelo al cuello y llevármelo. Yo si poseo una flor, puedo coger mi flor y llevármela. ¡Pero tu no puedes coger las estrellas!”.
Conociendo el planeta del farol y el farolero supe que hay mayores que se ocupan mucho, que su tarea es ardua pero su trabajo es hermoso, recuerdo con tanto cariño a mi maestra de 5to grado, ella hacía que mi mundo de niña no se esfumara dentro de la realidad.
En la visita del Principito al planeta del Geógrafo, este, le dijo: “Nosotros no anotamos flores”, el niño muy extrañado le preguntó por que si eso es lo más lindo, a lo que el hombre respondió “Porque las flores son efímeras”. Así tuve la certeza de que siempre viviría en el país de la Utopía.
Al momento que supe que el viaje del Principito terminaba en la Tierra sentí cierto pesar…porque aquí los niños crecen para ser adultos, y los adultos se olvidan de que fueron niños, se le da tan poca importancia a la infancia que si pudieran saltarse esa etapa creo que mas de uno lo haría….afortunadamente muchos mayores no tan serios se permiten conseguir la felicidad aprendiendo que nuestros tesoros son únicos, aun cuando a la vista sean comunes y corrientes, “El tiempo que perdiste con tu rosa, hace que tu rosa sea importante para ti”.
Yo, por mi parte, sigo y seguiré siendo por siempre una niña dentro de un cuerpo adulto, me gusta sufrir del síndrome de “Peter Pan”, y me gusta decir: “Yo creo”, porque así se que los sueños se cumplen, porque así me siento feliz.
Cierra los ojos, respira, siente, vive… ahora mírate desde adentro, observa a ese niño que fuiste alguna vez en carne y tómale de la mano en alma…caminen juntos, cuéntense historias de principitos y rosas: “Lo esencial es invisible a los ojos”.
Para Jonathan, mi compañero de sueños: en su cumpleaños.
De niña también tuve un cordero, dibuje uno dentro de una cajita...tal como lo planteaba el autor del cuento, y es que simplemente lo que buscaba era un amigo, así como lo hacía el principito.
Aun a mi corta edad, supe distinguir el reflejo de los sentimientos y emociones en cada uno de los personajes del cuento, comprender esto me dio mucho del aguante que necesitaba. La tolerancia fue mi arma silenciosa y cautiva, y la fantasía era mi escudo protector.
Viajando al planeta del Rey, descubrí que la autoridad sin respeto es sinónimo de injusticia, lo que se traduce en respeto por miedo, y respeto por miedo es nada. “La autoridad se apoya ante todo en la razón”.
Cuando el Principito visitó el planeta del vanidoso, quien lo único que hacía era preguntar ¿Verdad que me admiras mucho?, el niño sólo le respondió afirmativamente para preguntarle de vuelta “Te admiro -Pero, ¿para que puede servirte eso?” Fue cuando aprendí que “Los vanidosos solo oyen alabanzas”.
Con el bebedor sentí tristeza, nunca pude entender como alguien bebe para olvidar su vergüenza de beber, ¡eso si que es complicado!.
El hombre de Negocios se jactaba diciendo que poseía todas las estrellas, las que veía y las que no, vivía contando, sumando y sufría del mal de los adultos: “ser un hombre serio”. Desde niña se que los adultos serios en el fondo son muy muy infelices… “Yo, si poseo un pañuelo, puedo atármelo al cuello y llevármelo. Yo si poseo una flor, puedo coger mi flor y llevármela. ¡Pero tu no puedes coger las estrellas!”.
Conociendo el planeta del farol y el farolero supe que hay mayores que se ocupan mucho, que su tarea es ardua pero su trabajo es hermoso, recuerdo con tanto cariño a mi maestra de 5to grado, ella hacía que mi mundo de niña no se esfumara dentro de la realidad.
En la visita del Principito al planeta del Geógrafo, este, le dijo: “Nosotros no anotamos flores”, el niño muy extrañado le preguntó por que si eso es lo más lindo, a lo que el hombre respondió “Porque las flores son efímeras”. Así tuve la certeza de que siempre viviría en el país de la Utopía.
Al momento que supe que el viaje del Principito terminaba en la Tierra sentí cierto pesar…porque aquí los niños crecen para ser adultos, y los adultos se olvidan de que fueron niños, se le da tan poca importancia a la infancia que si pudieran saltarse esa etapa creo que mas de uno lo haría….afortunadamente muchos mayores no tan serios se permiten conseguir la felicidad aprendiendo que nuestros tesoros son únicos, aun cuando a la vista sean comunes y corrientes, “El tiempo que perdiste con tu rosa, hace que tu rosa sea importante para ti”.
Yo, por mi parte, sigo y seguiré siendo por siempre una niña dentro de un cuerpo adulto, me gusta sufrir del síndrome de “Peter Pan”, y me gusta decir: “Yo creo”, porque así se que los sueños se cumplen, porque así me siento feliz.
Cierra los ojos, respira, siente, vive… ahora mírate desde adentro, observa a ese niño que fuiste alguna vez en carne y tómale de la mano en alma…caminen juntos, cuéntense historias de principitos y rosas: “Lo esencial es invisible a los ojos”.
Para Jonathan, mi compañero de sueños: en su cumpleaños.
Siempre me gustó ese libro. Tal vez porque al igual que tú, nunca he querido crecer, como Peter Pan.
ResponderEliminarY es que no hay nada comparable a la inocencia de la niñez.
Un abrazo
Es muy bonito lo que cuentas, estoy segura que a la persona que se lo dedicas,va a estar encantada.
ResponderEliminarA mí también ha sido uno de los libros que más me han gustado. Creo que "El Principito" me enseñó mucho. Pero yo ya me había prometido, no olvidar a la niña que fuí, la conservo dentro y procuro tenerla presente, que sonria y que cante de igual manera y por supuesto ¡sigo soñando!
Besicos muchos, preciosa.
Cierro los ojos y deseo , deseo fuertemente encontrar esa niña dentro de mi a veces la encuentro, y otras no Será porque empiezo a hacerme mayor. Un beso me alegro de leerte
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarHochecita, quién no ha soñado de niño ser El Principito?
Quién no ha comparado de adulto lo que se tiene lo que se quiere tener y lo que es necesario tener?
El Pricipito es un libro para leer de niños, releer de jóvenes e interpretar de adultos.
Gracias por recordarme que existe.
Te mando un montón de besiños.
Diana
el principito es una excelente historia y tu la desarrollas muy bien. Sentirse niño y revivir esos gratos momentos de la infancia es maravilloso! Deseo que tus sueños se hagan Relidad.
ResponderEliminarNo me trae buenos recuerdos mi primer contacto con ese libro; tuve que leerlo por obligación en clase de francés y traducirlo, y por aquel entonces, yo odiaba el francés....jajaja. Ya de mayor lo leí de nuevo y me ayudó a saber lo que realmente buscaba, porque solo los niños saben lo que buscan.
ResponderEliminarUn gran libro,que aun con el paso del tiempo..de vez en cuando,vulevo a releer.
ResponderEliminar"Solo se ve con el corazón..con los ojos del corazón"
Besitos.
Efectivamente, que ya cantaba el Sabina aquel, hay aprender a ser el penúltimo en la meta de la vuelta a la ifancia en patineta...
ResponderEliminarQuerida Noche, has reflejado en poco un gran libro.A pesar de no ser excesivo como tantos otros,este dice mucho,mucho...y tú lo has descrito muy bien.
ResponderEliminarTengo el Principito desde niña, y al igual que tú, lo entendí perfectamente...quizá porque ambas éramos introvertidas,¿puede ser?
Me subyugó desde el principio y con los años,lo compré a cada uno de mis dos hijos.
Me parece fundamental que lo tengan, que me expliquen qué entienden en el...¡es tan bonito!
Y sí, la tierra es el final, donde los niños dejan de serlo para al pasar al mundo adulto olvidar que fueron niños...triste...porque como tú, opino,que nunca hemos de perder del todo la niñez.
Conservar algo de ella no tiene porque ser infantil, sino ilusionante...
No perdamos nunca la ilusión,la capacidad de sorprendernos, de amar sencillamente...
Precioso post,Noche.
Besos.
Es un libro mítico, imprescindible y también un referente para mí. Lo he devorado muchísimas veces, así que me alegro de coincidir contigo en este tema. Gracias por un texto maravilloso, que me ha hecho sentir tanto. También quiero darte las gracias por el Premio que me concedes, pues me ha hecho mucha ilusión. Todo lo que huela a romanticismo me gusta. Un beso fuerte, amiga. Vaya blog genial que tienes.
ResponderEliminarHola nochecita, para ser feliz hay que despertar, el niño que todos llevamos dentro y vivir los sueños, y darle rienda suelta a la imaginación, me gusto como llevas la lectura del principito a tu vida.
ResponderEliminarUn abrazo mi princesita lleno de mucho sol y mucha luna, no dejes que nunca que tu rosa se marchite.
Pues si, que el principito tiene montón de mensajes. Y, ciertamente, lo detallas con una precisión que demuestra para lo que sirven los libros de cuentos. Es cierto que se olvida la infancia en muchísimas ocasiones. Lástima, pues como dices es la época que forma a las pesonas. Y no debería descuidarse tanto. Intentar meter a los niños en el mundo adulto,a empujones,siempre me pareció una barbaridad.
ResponderEliminarFelicidades por este post, te sigo.
Hermosooo!!!! Pequñita muy hermoso....ya sabes que yo tambien vivo en ese mundo paralelo...nunca dejaremos de ser niñas...Nunca perderemos la esencia de la pureza, de la verdad, de la simplicidad y de encontrar en lo más pequeño lo más grande...a pesar de lo que pase o no pase....Siempre seremos las princesas de nuestros propios mundos....
ResponderEliminarEse fue el primer libro que me leí. Me ha traido mucha nostalgia.
ResponderEliminarMuy buen post. Para mi está cargado de recuerdos y emociones.
Besos
Lo leí,lo comprendí y con el tiempo lo enseñé a leer con el deseo que disfrutaran de la magia de lo facil que es conseguir lo imposible si no nos olvidamos de guardar en nuestro interior a ese niño que nunca debe morir,gracias preciosa por tu aportación,biquiños de A.Dulac
ResponderEliminarMuy lindas todas tus percepciones Nochecita.
ResponderEliminarIntentar que no se nos escape nunca esa niña que crece de nuestra mano, es tan importante en nuestra vida como no olvidarse nunca de, quienes somos, de donde venimos y´dónde está asentada la madera de la que provenimos.
Un besazo para ti.-
Hola mi nochecita solo pase a desearte que tengas un feliz fin de semana, y recibe un abrazo lleno de sol y de luna.
ResponderEliminarHola mi nochecita solo pase a desearte que tengas un feliz fin de semana, y recibe un abrazo lleno de sol y de luna.
ResponderEliminarLo mágico de este libro es que según el momento de la vida que tengas al releerlo todo cambia, los sentimientos que te provoca son distintos y vale tanto para un niño como para un anciano de ochenta años.
ResponderEliminarEsta obra es magistral, pero qué te voy a decir de ella si cualquiera que la haya leido habrá sucumbido a este hombre...
Un besito guapa
Vine a ver cómo seguía el Principito. Je, je, je. Espero que lo estés cuidando bien. A ver si te puedo leer pronto nuevas historias. Un besazo.
ResponderEliminarsiempre vive en nosotros, siempre nos acompaña, es nuestra base, nuestra parte primordial... esa parte de niños que todos poseemos y que a algunos nos gusta mimar... Besos
ResponderEliminar"Cuando era ni�o so�aba con conseguir quien so�ara conmigo... hoy que soy un adulto, he ido olvidando lo que es ser ni�o. EL hecho de poder acariciar mi sue�o le recuerda a mi coraz�n que no deje de a un lado lo que soy en verdad, que no insista en ser lo que me hab�a empe�ado en ser, un adulto frustrado. Era un ni�o sin sue�o realizable... y ahora soy un adulto con su sue�o de ni�o realiz�ndose... en mi coraz�n sigo siendo aun mas ni�o y desde ah� vivo para amarte, y si es necesario volver a ser un ni�o completamente lo ser�... mi deseo es poder disfrutar de tu amor, eres raz�n de mi felicidad, camino hacia mis sue�os y realizaci�n de el ni�o que vive en mi y que estuvo a punto de morir porque no alcanzaba su anhelo. Te Amo Noche, en ti compa�era quiero so�ar, gracias por salvarme, te amo, te amo, TE AMO". Jonathan, tu compañero de sueños y de corazón.
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